Proteoglicanos
Una parte esencial para nuestro organismo son los Proteoglicanos, sigue leyendo para descubrir qué son y sus funciones dentro de nuestro cuerpo.
¿QUÉ SON LOS PROTEOGLICANOS?
Son moléculas presentes en todo el organismo.
Son parte de las matrices extracelulares de todo el cuerpo, ayudan a formar las células y a regular señales de las mismas, como la síntesis de algunos productos, que estas puedan proliferar y dividirse entre sí correctamente e incluso contribuyen a la señalización celular, es decir, que se puedan comunicar y avisar una a otra qué está pasando.
Se componen de la siguiente manera:
Centro = Vaina central con proteínas.
Extremidades = Cadenas de glúcidos o glícanos o carbohidratos.
Tienen la capacidad de unirse a proteínas más grandes como el ácido hialurónico y el colágeno.
PROTEOGLICANOS EN LA PIEL
Los Proteoglicanos contribuyen a la hidratación, resistencia y resiliencia tisulares, formando estructuras supramoleculares con proteínas de la matriz extracelular, además de controlar el comportamiento y las interacciones celulares.
Nuestra piel se compone de los siguientes Proteoglicanos:
El Versicano: es un Proteoglicano de gran tamaño expresado por queratinocitos de la capa basal epidérmica, se une y modifica varios componentes de la matriz extracelular a través de sus dominios activos, forma macroagregados con ácido hialurónico, importantes para la hidratación de la piel y la viscoelasticidad, además de que contribuye a la proliferación y migración celular.
El Decorino y Biglicano: son pequeños Proteoglicanos ricos en leucina fuertemente expresados en la piel humana, desempeñan papeles vitales en la modificación de la organización de la matriz dérmica, se unen a varios tipos de colágena y elastina, formando parte de la fibra y regulando su fibrilogénesis, contribuyendo a la elasticidad, fuerza y capacidad de reparación de la piel.
Diversos estudios han reportado una marcada disminución en la concentración de Proteoglicanos en piel envejecida de manera natural, lo que significa que las moléculas de estos se ven afectadas al envejecer, por lo que se altera su función biológica, este fenómeno es el resultado de la pérdida gradual de la función de las enzimas que sintetizan glucosaminoglicanos, provocando la pérdida de elasticidad, hidratación y una mayor susceptibilidad a arrugas.
CRECIMIENTO CAPILAR
El cabello está formado de diferentes capas y en cada una se expresan diferentes tipos de Proteoglicanos tales como: el Versicano, el Perlecano, el Sindecano y la Papila dérmica, esta útlima es parte esencial de los folículos pilosos (encargados de la producción del cabello), ya que cuenta con un sistema vascular y nervioso que aporta nutrición y sensibilidad al pelo, siendo responsable de regular su crecimiento.
CICLO DE VIDA CAPILAR
Los folículos pilosos pasan por diferentes etapas, siendo estas: la Anágena (fase de crecimiento), Catágena (fase de transición o destrucción del tejido) y Telógena (fase de caída).
Es importante saber que la concentración de los Proteoglicanos disminuye considerablemente durante las últimas dos fases. Al haber una baja en la densidad de estos, el pelo deja de crecer, pasando directamente a la fase Telógena o caída.
Además hay que tener en cuenta que existen algunos factores por los que el crecimiento capilar puede verse afectado en mayor o menor medida: genéticos, endocrinos, metabólicos, ambientales, salud en general, embarazo y lactancia, estética, entre otros.
PROTEOGLICANOS EN EL CABELLO
Con los proteoglicanos específicos para el cabello se puede:
- Reducir la miniaturización del folículo piloso, manteniéndolo sano.
- Inducir a los folículos al estado anágeno (crecimiento).
- Optimizar y ajustar la longitud de los ciclos de crecimiento capilar.
- Asegurar la supervivencia y el envejecimiento normal del folículo.